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  • Foto del escritorElías Achón Lezaun

Cambio climático, ¿a quién creer?

Actualizado: 18 ene 2019


Cartel que muestra diversos datos sobre la calidad del aire/ ELÍAS ACHÓN

El debate principal se centra en la relación que existe entre las acciones antrópicas y el aumento de este factor climatológico

Nuestro planeta ha pasado por diversas épocas en las que ha sufrido cambios de temperatura bruscos, ya sea desde glaciaciones, a etapas en las que la temperatura media rozaba picos extremadamente altos. Estos cambios los ha ido haciendo de manera autónoma, sin apenas intervención del hombre, salvo épocas concretas en las que se habrían podido encontrar ligeras variaciones por deforestaciones masivas, por ejemplo. Pese a las altas temperaturas alcanzadas en diversos momentos, las condiciones que se daban no impedían el desarrollo de diversos organismos vivos.


Sí una temperatura alta es más propicia para la vida de diversos organismos vivos, ¿por qué existe una opinión mayoritaria contra el calentamiento global y los cambios en el clima? La controversia que gira en torno a este hecho surge en una de las etapas de mayor desarrollo de la humanidad: la Revolución Industrial. Desde ese momento, la explotación de los recursos naturales se ha incrementado de manera exponencial, llegando a épocas de un grandísimo desarrollo industrial, como el siglo XX.


No obstante, los cambios en el clima influenciados por otro tipo de actividades que ajenas a las alteraciones del clima propias de las fases de nuestro planeta, es algo del pasado. “La noción del aumento de la temperatura global es algo muy viejo”, afirma Juan Carlos Gracia, desde Ecologistas en Acción. “En 1896, el químico Svante Arrhenius descubrió que una alta concentración de vapor de agua y de dióxido de carbono tenían la capacidad de retener la radiación infrarroja y podrían llegar a generar un efecto invernadero”, subraya.


“Estamos quemando los recursos que ha ido generando el planeta, durante millones de años, en un periodo de tiempo muy corto y esto está generando una gran acumulación de carbono”. El geógrafo e investigador, Miguel Ángel Saz, explica como una temperatura global elevada puede no verse como algo contradictorio para el desarrollo de la biodiversidad, el inconveniente está en que dicho aumento no surja de manera natural.


Si la alteración del clima generada por causas ajenas a los cambios naturales del planeta es una temática tan antigua, ¿a qué se debe que este tema esté tan vigente? La respuesta a esto son las posibles consecuencias que se deriban de estos cambios y el eco que, desde hace años, se hace de ellas en todos los medios de comunicación. Imágenes de un oso polar flotando en una pequeña pieza de hielo, es uno de los ejemplos más que conocidos por todo el mundo.


Acción antrópica


El principal problema al que achacan esta alteración en el clima es la utilización de combustibles fósiles. Un hecho que certifica el rechazo a ellos es la gran cantidad de ciudades que han restringido, o están trabajando para conseguirlo, el tráfico en sus zonas centrales. Aunque los humanos traten de reducir las emisiones de gases que llevan a este fenómeno, diversos diarios, como el caso de The Guardian, hablan de un efecto invernadero totalmente irreversible debido a la deforestación de bosques, deshielo de diversos puntos de la Antártida o calentando los océanos.


La Organización de Naciones Unidas advirtió en 2015, a raíz del Acuerdo de París para frenar las emisiones, que los países deben triplicar sus esfuerzos para evitar que la temperatura media global aumente más de 2 grados centígrados hasta 2030. Pese a las diversas cumbres sobre clima o acuerdos, este organismo europeo advierte que la emisión de gases que favorecen el calentamiento del planeta está aumentando.

“Estamos quemando los recursos que ha ido generando el planeta, durante millones de años, en un periodo de tiempo muy corto y esto está generando una gran acumulación de carbono”

La actividad humana es considerada, por muchas personas, como el epicentro de los cambios en el clima, concretamente, aquellas relacionadas con la actividad petrolera y la aviación. “Exxon, una de las mayores petroleras estadounidenses, admitió haber ocultado los resultados poco favorables de una serie de estudios que realizaron sobre el impacto ambiental de su actividad”. Juan Carlos ve que hay un gran problema, no solo por las alteraciones en el clima en sí mismas, sino por el negacionismo ocultado bajo intereses económicos o políticos.


Con respecto al impacto que puede surgir de la aviación, prometen la compensación de emisiones de dióxido de carbono, una acción muy utilizada por diversas empresas. Esta práctica consiste en la elaboración de procesos o acciones que contrarresten la contaminación generada, como plantar cultivos capaces de absorber ese CO2 o utilizar combustibles derivados del aceite palma.

Por todo lo que presentan desde Ecologistas en Acción, vislumbran los grandes efectos que se están generando en la vida del planeta. Por ejemplo, advierten de la catastrófica pérdida de una colonia con unos 40.000 pingüinos adelia en la Antártida, a finales del pasado año. Todos los especímenes murieron de hambre, salvo dos crías. A su vez, advierten que los cambios de temperatura hacen que las especies migren a otros puntos en los que puedan encontrar las condiciones óptimas para su bienestar, dejando más vulnerable a la vegetación, la cual tiene que adaptarse a cualquier cambio ambiental, si es posible. “La vegetación que se encuentran en puntos con ligeras variaciones térmicas se ven muy afectadas por las variaciones en el clima”, afirma Miguel Ángel.

El uso de combustibles fósiles es uno de los principales motivos por los que algunas personas hablan de un excesso de dióxido de carbono / ELÍAS ACHÓN

La otra cara del conflicto


El cambio climático permite abrir dos frentes muy marcados. Frente a las personas que ven la actividad industrial humana, vinculada a la quema de combustibles fósiles, como el mayor causante de las fluctuaciones del clima global, existe otro sector de la población que difiere en ciertos aspectos con ellos. Desde hace unos pocos años, la figura del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha sido el epicentro de muchas controversias, pero, una de las más sonadas a escala global, ha sido el rechazo a admitir la existencia de una relación entre el desarrollo de la actividad humana y los cambios en el clima.


Su opinión sobre esta problemática queda clara a través de varios de sus tweets. En uno de ellos, afirma que el cambio climático es un invento del gobierno chino. El abandono de EEUU del Acuerdo de París supuso uno de los golpes más importantes para los que luchan contra el calentamiento global, ya que ha sido una de las últimas reuniones sobre el control de emisiones de Gases de Efecto Invernadero.


Otro caso muy sonado es el del presidente ruso Vladimir Putín y sus polémicas declaraciones. En ellas, afirmaba que los seres humanos tendrían que adaptarse a los cambios del planeta, ya que las alteraciones del clima podrían deberse a una de las fases por las que este ha pasado a lo largo la historia.

​“Las personas necesitan tener miedo a algo para estar más cómodos, siempre ha sido así. Esta vez se busca el rechazo al dióxido de carbono”. Alfonso Tarancón ve poco probable la relación entre el desarrollo del cambio climático y la actividad humana. Como catedrático de física, explica su visión acerca de algunos datos existentes sobre el calentamiento global. “En los cálculos que existen sobre las temperaturas medias hay que tener en cuenta el error, ya que todos los datos científicos tienen ese error”. En los procedimientos científicos hay siempre una serie de factores que condicionan el resultado final, que pueden llevarlo a tener en cuenta unas ligeras variaciones en sus resultados. De esa variación habla Alfonso.


Las oscilaciones térmicas que se asocian al cambio climático suelen ser ligeras, por lo que su explicación se apoya en que entran dentro de ese error o margen que hay en cada procedimiento científico. “Se ha comprobado que algunos sistemas de medición están cerca de lo que se ha convertido en la salida de aires acondicionados, lo cual hace que registren mayores temperatura”, concluye.


“En los cálculos que existen sobre las temperaturas medias hay que tener en cuenta el error, ya que todos los datos científicos tienen ese error”

Entre las distintas perspectivas a este problema, desde los gobiernos globales se ha optado por mostrar una postura de lucha contra el cambio climático, salvo países o dirigentes concretos. A grandes rasgos, Europa parece estar concienciada de la relación que existe entre la acción humana y el calentamiento global. No obstante, la postura que muestran ciertos países es contraproducente.


“El gobierno español afirma que debemos crecer, pero con las formas de desarrollo actuales, aumentaría la contaminación, la cual dicen que hay que reducir”, explica Juan Carlos. España ha aumentado en torno a un 4,4% su emisión de gases nocivos para la atmosfera, según el Ministerio para la Transición Ecológica, lo que ha supuesto una llamada de atención desde la Unión Europea.

Aunque los modelos que predicen la evolución climatológica son cada vez más precisos, el futuro sigue siendo incierto. No existe una manera exacta de adivinar cómo se desarrollaran los acontecimientos climáticos a largo plazo que están por venir. El multiperspectivismo que existe acerca del calentamiento global genera fracturas en la sociedad, las cuales dividen entre escépticos a aceptar al ser humano como el principal factor en las fluctuaciones irregulares del clima, y los que advierten de los peligros generados por las industrias, la creación de energía por medios altamente contaminantes o el tráfico de vehículos.


 

Edición:

Ana Aznárez y Ana Fontán.

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